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miércoles, 18 de mayo de 2011

Muerte

No concibo la ausencia de mi ser mas que como la única desaparicion del organismo en si. El esqueleto único interior sostenido por una columna vertebral que al parecer ya nada equilibra. No así las miseras descargas de mi alma que mantiene su esencia natural y espiritual. Al incesante ritmo de las penurias zodiacales marchará el intangible aspecto de mi ser carnal. El alma en si continuará su camino ya sin mi hacia una prometida eternidad desbordada de incertidumbres, predicando la fe como aquellos dioses en los que alguna vez creí.
Retazos de una vida pasada merodearán por los abismos memoriales de quienes aún me recuerden, desmembrando una inútil ilusion utópica de invocar mi existencia como tal.
Voluntades y deseos últimos se disolverán como partículas en el aire y se mezclarán con el polvo, en el génesis de la nada material. 

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