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viernes, 4 de noviembre de 2011

Esa mañana cansado despertó,
como si sus horas de ensueño no hubieran alcanzado,
como si aquella cama fuera de fakir.
Su sonrisa ya no se reflejaba en ese espejo,
lavó su cara pero no sus miserias
desayunó las sobras de la noche anterior
juntó sus maletas y se vio partir.